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ARGUMENTO
Peter Lanzani, un rico hombre de negocios inglés de familia aristocrática, serio y obsesionado por el trabajo, conoce una noche en la terraza de su casa a la que, en un principio, toma por la amante de su viejo vecino.
Lali Esposito, la nueva habitante del piso de al lado, es una joven extrovertida y generosa que disfruta ayudando al prójimo. En cuanto cruza dos palabras con su estirado vecino decide que, aunque él mismo no lo sepa, el señor Lanzani es un hombre infeliz que necesita ser salvado de sí mismo. A pesar de la arrolladora atracción que surge entre ellos, Peter trata de mantener a la impertinente y alocada Lali a distancia; no está dispuesto a que su irritante vecina, por muy adorable que sea, derribe las barreras que tanto le ha costado erigir a su alrededor. Sin embargo, el destino parece tener otros planes...
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Capitulo 1
La noche de finales de octubre era fresca pero agradable.
A esas alturas del otoño, el cielo Londinense, cuajado de brillantes estrellas,resultaba
poco corriente. Recostado sobre una
tumbona en la oscuridad, Peter intentaba desconectar su
mente de su último negocio sin
conseguirlo. Estaba agotado, pero reconocía que había
valido la pena; tras casi un mes sin parar de viajar de costa a costa de los
Estados Unidos,había conseguido cerrar la operación de forma muy satisfactoria
para su empresa. El hombre suspiró; era consciente de que esa noche le costaría
conciliar el sueño, la adrenalina aún fluía por sus venas a toda velocidad.
De pronto, escuchó cómo se abría la puerta corredera de
cristal del piso de al lado y vio salir
a una mujer apenas envuelta por una toalla de baño. La
sugerente figura, ajena por completo a su presencia, se apoyó sobre la baranda
de acero y cristal y permaneció inmóvil, mientras
contemplaba la vista espectacular de los rascacielos de
Canary Wharf y los muelles a sus
pies. A pesar de la oscuridad, Peter admiró las largas
piernas, esbeltas y bien torneadas, que asomaban bajo la toalla blanca que
apenas le llegaba a medio muslo; era evidente que acababa de salir de una ducha
caliente y, a pesar de la ligera brisa que subía desde el río, la posibilidad de
coger un resfriado no parecía preocuparle lo más mínimo. La chica —tampoco podía
estar seguro de su edad, pero algo le decía que era joven— llevaba el cabello
recogido en un improvisado moño del que escapaban varios mechones de pelo, pero
a la escasa luz de la terraza él no pudo distinguir su color. A Peter le picó
la curiosidad. Le sorprendía
que su vecino Paul Winston, que ya debía de haber cumplido
los sesenta y cinco años, se hubiera echado una joven amante. En realidad no
era un hecho extraordinario, simplemente, nunca le había parecido ese tipo de
hombre. Aunque estaba de espaldas, había algo en la figura femenina, tan quieta
y relajada, que lo atraía con fuerza y, de pronto, sintió un intenso deseo de
ver su rostro.
—Es una noche preciosa, ¿no es cierto?
La chica se volvió hacia él, visiblemente sobresaltada, y
un grito ahogado escapó de su garganta.
—¿Quién es usted? ¿Qué hace ahí escondido?
Maaaas, me encantoooo
ResponderEliminarmas nove por favor, una cosita mas queremos el final de la nove anterior por favor gracias
ResponderEliminarBuen comienzo jajaja asustandola
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